Hay una obvia pretensión en el intento de escribir acerca de “lo que Dios está haciendo en el mundo”. Tal pretensión podría ser apropiada en el mundo de “dioses y héroes”, pero no en el mundo del tiempo y el espacio y las cosas. Este análisis de lo que Está envuelto el pensamiento cristiano acerca de la ética, sin embargo, no pretende tener información revelada. No es por directa iluminación divina, sino por razón del carácter contextual de la actividad autoreveladora de Dios en la Iglesia, entendida dialécticamente, por lo que nos aventuramos a embarcarnos en las consideraciones de este capítulo. Will Rogers, celebrado humorista norteamericano del primer cuarto de este siglo, acostumbraba decir: "Todo lo que sé es lo que leo en los periódicos". Aspi también, todo lo que aquí se pretende sber sobre lo que Dios está haciendo en el mundo es lo que leemos en la Biblia así como "en los periódicos". La lectura de los periódicos puede o no requerir también la lectura de la Biblia. Pero por cierto una lectura perceptiva de la Biblia exige también la lectura de los periódicos. Contemporánea del dicho de Will Rogers es la observación del teólogo más celebrado de este siglo (Karl Barth) de que "aquien esté deseoso de entender la epístola a los Romanos, se le recomienda leer mucha literatura secular contemporánea ¡especialmente los períodicos!" (...)
¿Qué, pues, está haciendo Dios en el mundo? La respuesta a esta pregunta, hemos estado diciendo, se intenta fuera de la koinonía, pero sólo es sensible desde adentro de esta. Desde adentro de la kononía tiene sentido decir que lo que Dios está haciendo en el mundo es su voluntad. Tiene sentido, porque en la koinonía la voluntad de Dios no es un piadoso lugar común, sino una clara y concreta cuestión de política. En breve, “el Dios de la Iglesia” ‘es’ el Dios de la política.” (…)
Cuando decimos, pues, que Dios es un político, y que lo que está haciendo en el mundo es “hacer política”, tenemos en mente la definición aristotélica y la descripción bíblica de lo que está haciendo. Según la definición, podemos decir que política es la actividad y la reflexión sobre la actividad, que tiene a y analiza lo que cuesta hacer que la vida humana se mantenga humana en el mundo. (…)
Esta es la suma y sustancia de la política de Dios. La koinonía cristiana es la anticipación y la señal en el mundo de que Dios siempre ha estado y está haciendo contemporáneamente lo que es necesario para hacer y mantener humana, la vida humana. Esta es la voluntad de Dios, ‘como era en el principio, es ahora, y habrá de ser, eternamente’.”
Paul Lehmann, Extracto del artículo: “Qué está haciendo Dios en el mundo”, Cuadernos teológicos, Año X, Nro. 4, octubre-diciembre de 1961, pp. 243 ss. Son pocos los abordajes en los que se “define” la acción de Dios en la historia como una acción “política”. Aportamos este texto como un punto de partida para una reflexión sobre el tema, sobre todo porque en las últimas décadas en el ámbito evangélico latinoamericano, la “política” que clásicamente fue un ámbito poco abordado, no faltando quienes lo atribuían “al diablo” pasó a ser una esfera en la cual muchos quieren insertarse.
Lehmann fue un destacado teólogo protestante estadounidense que participó activamente en la política, oponiéndose al McCarthismo. Estudió con Reinhold Niebuhr y Karl Barth y fue amigo de Dietrich Bonhoeffer. Sus mayores contribuciones fueron en el campo de la ética contextual. El extracto del artículo es parte del capítulo III de su libro: La ética en el contexto cristiano, Montevideo: Editorial Alfa, 1968 cuyo título es en forma de pregunta: “¿Qué está haciendo Dios en el mundo?” En la versión de Cuadernos teológicos faltan los signos de interrogación.
AFR
Ramos Mejía, 18 de septiembre de 2010
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