En mayo de 1934 la confesión del sínodo de las Iglesias Evangélica Confesantes reunido en Barmen acordó una respuesta confesional a los intentos de los “cristianos germanos” (Deutsche Christen), de llevar a las iglesias bajo el control y la influencia del Estado nazi. El centro del polémico y teológico texto que surgió allí, es decir, la Declaración de Barmen, escrita en su mayor extensión por el teólogo reformado suizo Karl Barth, descansa en su segunda tesis; una afirmación de que sólo Cristo es la única palabra de Dios que debe ser oída, confiada y obedecida en la Iglesia:
“Jesucristo, tal como está testificado a nosotros en la Santa Escritura es la única palabra de Dios que debemos oír, la cual debemos confiar y obedecer en la vida y en la muerte.”
Implícito en esta tesis, repetida por el mismo Barth en los años 1950 al comienzo del volumen IV/3.1 de la Church Dogmatics (CD IV/3.1, p. 3), es el rechazo de las fuentes de revelación fuera de Jesucristo que puedan servir como autoridades o normas para el testimonio de la Iglesia y la denuncia profética del totalitarismo; Barmen es una declaración de que la primaria fidelidad de la Iglesia es a Jesucristo y que todas las otras fidelidades, normas y autoridades deben ser juzgadas bajo esa luz.
La Declaración de Barmen ha llegado a simbolizar la liberación de la Iglesia para oír el Evangelio. Es, como Carl Braaten lo describe, una proclamación emancipatoria (Christian Dogmatics vol. 1, p. 52). (…) La Iglesia, con invariable regularidad, ha comprometido su testimonio a través de alianzas subrepticias y poco santas con agendas no teológicas. Barmen ha provisto un paradigma para posteriores respuestas a situaciones de crisis. Desde la resistencia que representó el nazismo y el rechazo de lealtad y adoración a cualquier otro que no sea el Señor resucitado, la Declaración de Barmen ha provisto inspiración a otras iglesias a través del mundo en la expresión confesional de oposición a la opresión, al menos en el documento Kairós en el cual los líderes de la Iglesia de Sudáfrica expresaron su oposición al apartheid y, más recientemente, la declaración de los cristianos palestinos.
Extracto de la ponencia: “Eavesdropping on the World: Interpreting Barmen throught the Secular Parables of the Kingdom”.
International Conference on Peace and Reconciliation, Seúl, Corea del Sur, 31 de octubre al 4 de noviembre de 2010.
El doctor Richard Andrew es director del Institute for Community Theology en York St. John University, Inglaterra.